5 ideas para abrir la mente si quieres hacer innovación

Jorge Peralta
5 min readMar 7, 2021

El nacimiento de una empresa siempre esta cargado de planes, ilusiones, de ganas de trascender. Esa energía se va traduciendo en propuestas, en ajustes, en ofrecer una propuesta diferenciada para ganarse un espacio en el gusto de sus clientes.

Todos quisiéramos que esas propuestas se mantuvieran en el tiempo y que se pudiera contratar a las personas adecuadas para que continúen esa labor de la misma forma que los fundadores. Se busca que la empresa pueda crecer y multiplicar el valor en el tiempo; sólo faltaría decir, como en las películas: “y vivieron felices para siempre”.

Sin embargo, el mundo de la empresa no es así, es más parecido a una competencia en la que siempre hay quien quisiera hacerse de ese espacio, de esa rentabilidad. Tus clientes siempre son deseados por otros y quieren quedarse con ese espacio, de tal forma que si te descuidas, si dejas de estar en la mente de tus clientes o un competidor ofrece algo mejor o diferente que lo que tu das, se corre el grave riesgo de dejar de crecer, de perder participación de mercado y en un extremo de venir a menos hasta desaparecer.

Cuando hablamos de innovación no se trata de destruir lo que ha funcionado bien, ni de descubrir el hilo negro; tampoco de desconocer la historia o de no aprovechar las bases de lo construido en el pasado. Se trata de transformarse para ofrecer valor a los clientes, de sorprenderlos continuamente, de resolver incluso aquellas cosas que necesitan pero que no son capaces de expresar con claridad. Innovación es hablar de mirar el futuro y adelantarse, de forma simultánea con lo que haces hoy, de definir y construir la forma en la que generarás los ingresos el día de mañana.

Algunas ideas que debes de tomar en cuenta para hacer innovación real y no caer en el teatro de la innovación:

Innovar es diferente a operar el negocio actual

Los negocios requieren actualizar de forma constante su propuesta de valor, pero cuesta tanto trabajo crecer buscando eficiencias en la operación actual, que los cambios cuestan sangre. No es fácil cambiar, a nadie nos gusta cambiar, por el esfuerzo y riesgo que representa; además de que, mientras más grande es la empresa, mas cuesta cambiar.

La mejora continua (estupenda para tiempos de estabilidad), el ir afinando los detalles, es mantenerse en un proceso de seguir avanzando con la lógica actual. La mejora continua es indispensable en cualquier organización, pero en ocasiones, el cambio requerido implica más que una simple mejora, se requiere de una transformación. Cuando los mercados se agotan, cuando nuestra propuesta caduca, la mejora continua puede ser insuficiente, más aún si se requiere un cambio más radical.

Operar el negocio actual y descubrir el nuevo, requiere de competencias, herramientas e incluso perfiles de personas diferentes. En organizaciones pequeñas, tal vez no sea posible tener dos estructuras, entonces será un espacio para que los directores o dueños le dediquen un tiempo (suficiente, las migajas luego no aportan nada) a plantear con seriedad el futuro y poner los medios para convertirlo en realidad.

Innovar no es tener ideas, es convertirlas en negocios rentables

La creatividad es necesaria para generar ideas, y las nuevas ideas siempre son necesarias para buscar alternativas, pero igual de importante es diseñar y validar modelos de negocio sustentables. Las ideas en sí mismas no valen nada hasta que no se transformar en modelos de negocio rentables que aporten valor; eso es lo único que trasciende: los resultados. Innovación sin resultados es un show que termina cansando a todos y peor aún, vacunando a la organización para mantenerse en este esfuerzo en el futuro.

Las empresas necesitan un portafolio no un proyecto

Es tanto el esfuerzo para impulsar la innovación en una organización que sería un despropósito no aprovecharlo en desarrollar más de un proyecto. Por otra parte, los proyectos de innovación siempre tienen riesgo y nada garantiza que lleguen al final y menos aún que consigan los resultados esperados. Adicionalmente, las empresas tienen muchas necesidades diversas que requieren de proyectos para sus distintos retos y propuestas que pueden aprovechar las herramientas de gestión de proyectos y el equipo que las desarrolla. El portafolio obedece a la estrategia, a las necesidades que tiene la empresa de proyectarse al futuro de una forma específica.

Siempre hay riesgo de fracasar, pero usar un método ayuda a reducirlo

Se ha escrito mucho de si la innovación se puede departamentalizar, o si en realidad se necesitaría que estuviera permeada en todas las áreas de la organización. Los que llevamos tiempo trabajando en innovación corporativa, sabemos que la innovación requiere de métodos, herramientas y un midset diferentes al del management empresarial tradicional.

Los equipos especializados en innovación sirven de “catalistas” para toda la organización y al mismo tiempo son los responsables del desarrollo y gestión de los proyectos. La innovación tiene riesgos, pero hacerlo sin método es incrementar exponencialmente la tasa de fracaso.

Ambos argumentos tienen razón: se requiere de un equipo experto que gestione los proyectos con conocimiento especializado en métodos y al mismo tiempo deben funcionar como un primer ingrediente para que la organización comience un cambio cultural donde el cambio sea parte de su día a día.

Sin un ambiente adecuado para los cambios, todo se dificulta

Las organizaciones rígidas, aquellas en las que todo esta planificado, las que funcionan con una estructura vertical y jerárquica es donde más cuesta cambiar; más cuando son organizaciones que han alcanzado el éxito y lo que han hecho en el pasado ha dado grandes resultados. El éxito suele ser aliado de la continuidad y no del cambio, sin embargo las empresa exitosas son las que tienen mas herramientas y recursos para conducir un proceso de cambio de forma más organizada y sistemática.

La innovación no sucede si quien hace cabeza no la provoca o al menos la alienta, requiere de estar abiertos a renovar lo que sea necesario y transformarse para permanecer. Organizaciones donde se tolera el fracaso inteligente y donde se abren a ideas que no nacieron dentro, abiertos a los cambios y al conocimiento venga de donde venga.

Innovar implica riesgos, pero no hacerla implica todavía más. No se trata de un cambio cualquiera, se trata de un cambio con valor y con sentido, con un propósito claro de resolverle problemas al mundo y generar valor para todos en el proceso.

Jorge Peralta

@japeraltag

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Jorge Peralta

Ayudo a empresas a crecer y transformarse mientras operan su modelo de negocio actual Intrapreneurship&Corporate Innovation Expert / CEO Idearia Lab