Concentrase en reducir gastos no es una estrategia

Jorge Peralta
4 min readMay 2, 2021

Con frecuencia me encuentro con organizaciones que tienen una obsesión en la reducción de costos y gastos. Parece obvio decir que nadie en su sano juicio debe desperdiciar sus recursos y que gastar en cosas que no agregan valor significa desperdiciar recursos; pero centrar su foco en la reducción de gastos y no mirar más allá, es abandonar la estrategia.

La reducción de gastos es necesaria, es obligado que periódicamente las organizaciones busquen alternativas para trabajar en su eficiencia operativa, buscar puntos clave en donde se puedan reducir al máximo los gastos de operación. Sin embargo, llega un momento en que la reducción tiene un límite si no hay gastos estructurales en la organización, bajar indiscriminadamente los gastos redundará en afectar la generación de valor. Hay momentos en los que es necesario gastar y en otros será indispensable gastar más, incrementar los gastos en lo necesario para construir nuevas capacidades.

Ya lo decía Porter: Ser operativamente buenos no es ninguna estrategia, es el requisito indispensable para avanzar.

Hay empresas que continuamente renuevan su propuesta de valor, porque se dan cuenta que necesitan mantenerse vigentes en la mente de sus clientes; pero existen otras que manejan sus organizaciones bajo el rigor de la eficiencia operativa, pero sin salirse un ápice de sus pautas conocidas. Se enfocan en mejorar sus procesos actuales hasta el agotamiento, intentando vender más barato, más rápido lo mismo de siempre, sin algún ingrediente de iniciativa emprendedora. Los productos que ya no resuelven una necesidad específica de los clientes no generarán valor por más baratos y rápidos que los entregues.

La pasión de las organizaciones debe ponerse en incrementar el valor para los clientes y para la empresa, no en bajar irreflexivamente los gastos para lograr de esa forma la eficiencia operativa. Existen muchas organizaciones que deben cerrar o que se condenan a no crecer y evolucionar, se condenan a la obsolescencia; con ahorros y eficientes, pero obsoletas, perdiendo la preferencia de sus clientes y en el camino perdiendo su talento.

La presión en bajar los gastos operativos sin un plan concreto que lo oriente no lleva a nada bueno, tampoco ayuda a mantener equipos talentosos dentro de la organización. Aquellas empresas que se enfocan en la reducción de gastos tampoco suelen retener el talento y terminan quedándose con un personal leal pero poco talentoso, la que no tiene otras opciones laborales, la que se queda ahí porque no tiene alternativa. La obsesiva reducción de gastos no lleva a ningún lado en el largo plazo.

Las empresas requieren de iniciativa emprendedora para transformarse, y eso requiere de abrir la mente para sostener el negocio actual y para entender que las empresas avanzan en el tiempo y requieren renovarse. Los empresarios requieren sacudirse la polilla para emprender de nuevo, para hacerlo ellos o para formar equipos que puedan realizar esa labor, pero necesitan hacerlo porque las empresas necesitan avanzar, no son piezas de museo, ni logran repetir los éxitos del pasado en un ambiente cambiante.

¿Puede un empresario regresar a su etapa de emprendedor, aunque ya su organización este consolidada?

Desde mi punto de vista, la actividad emprendedora debe continuar, más allá de si la empresa esta consolidada o no, las empresas evolucionan y no pueden renunciar a esta actividad emprendedora nunca. Si bien hay sectores más revolucionados que otros, todos necesitan cambios, ajustes, renovación, así que la no pueden renunciar a su actividad emprendedora.

Más allá del sector, las empresas necesitan estar alertas para flexibilizar su actuación, sostener el modelo de negocio actual cuidando su operación y manteniendo el gasto operativo en lo necesario, y por otra parte generar nuevas vías de generar negocio. Los nuevos proyectos pueden estar en el mismo core-business o bien alejarse de él, dependerá de la visión de cada empresario y de las capacidades de cada empresa para agregar valor.

La gestión moderna de las empresas requiere de la iniciativa emprendedora para renovar a la organización, abrirse al cambio y a encontrar oportunidades de mejora dentro de la organización y oportunidades no cubiertas en necesidades de los clientes. La iniciativa emprendedora es indispensable en las organizaciones de cualquier tamaño, empresas grandes y chicas pueden innovar, pueden emprender, no es limitativo de tamaño ni de sector ni de la cantidad de recursos disponibles.

Todos los que vendan algo, un producto o un servicio y tengan clientes necesitan renovarse continuamente, los tiempos en los que te dedicabas a ordeñar a la misma vaca de siempre sin cambios, cayendo en rutinas y tratando de proyectar a largo plazo con la única herramienta de bajar gastos y vender lo de siempre será comenzar el camino de la muerte lenta.

Avanzar, crear, mirar al futuro, conocer a los clientes, entender sus necesidades, incluso aquellas que no seamos capaces de entender con claridad será la mejor forma de mantenerse vigentes, de crecer los ingresos y de no estar usando el gasto operativo como la única palanca de generación de utilidades.

Jorge Peralta

@japeraltag

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Jorge Peralta

Ayudo a empresas a crecer y transformarse mientras operan su modelo de negocio actual Intrapreneurship&Corporate Innovation Expert / CEO Idearia Lab