Perseverar o abandonar: El arte de decidir
En el acelerado entorno empresarial actual, donde la incertidumbre y la transformación constante son la norma, CEO y líderes de innovación se enfrentan a un reto fundamental: definir y mantener un enfoque estratégico que concentre recursos y energías en lo que realmente impulsa el crecimiento y la competitividad.
Este enfoque estratégico abarca dos vertientes esenciales:
- La explotación del modelo de negocio actual, maximizando su eficiencia y rentabilidad.
- La exploración de nuevas oportunidades, conscientes de que todo modelo de negocio tiene un ciclo de vida y necesita renovarse para seguir siendo relevante.
Sin embargo, desprenderse de lo que ha funcionado bien en el pasado no es sencillo. Las inercias organizacionales son poderosas y pueden llevarnos a repetir aquello que antes dio resultados, aunque ya no sea lo más adecuado para el contexto presente.
El Mito de la Persistencia: ¿Por qué Insistir en lo que No Funciona?
Uno de los errores más comunes en la gestión estratégica es la tendencia a persistir en iniciativas o modelos que, a pesar del esfuerzo, no generan resultados. José Antonio de Miguel, conocido como @yoemprendo, lo describe como “El mito de la persistencia: por qué insistimos en estrategias que no funcionan”. En entornos de alta incertidumbre, saber cuándo abandonar una estrategia fallida es tan crítico como saber cuándo perseverar.
La resiliencia en el liderazgo no radica únicamente en la capacidad de perseverar, sino en la habilidad de reconocer y soltar aquello que no ofrece un retorno de inversión claro.
En el mundo de la empresa, los resultados son lo que sostiene a quienes dirigen. Sin resultados, cualquier director terminará por dejar su puesto o la compañía acabará por quebrar. Para los CEO, esto implica un cambio de mentalidad: la persistencia no debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta aplicada estratégicamente. De lo contrario, se corre el riesgo de que la persistencia se convierta en simple terquedad.
Decidir Qué Hacer y Qué No Hacer: La Esencia de la Estrategia
Xavier Marcet, otro referente en innovación, enfatiza que la estrategia no solo consiste en definir qué hacer, sino también en tener la claridad y el coraje de decidir qué no hacer. Este enfoque es esencial para evitar la dispersión de esfuerzos en iniciativas que, aunque prometedoras en teoría, pueden alejar a la organización de su objetivo principal.
Sin embargo, el reto está en decidir, incluso cuando no se cuenta con toda la información. En el mundo de la empresa, los resultados surgen de la combinación entre decisiones acertadas y ejecución eficaz.
Para llevar esta idea a la práctica, los líderes deben:
- Definir prioridades claras
Establecer qué iniciativas se alinean con la visión y los objetivos estratégicos de la organización. - Implementar métricas de éxito
Medir de manera objetiva el rendimiento de cada proyecto para identificar tempranamente aquellos que no generan valor. - Fomentar la agilidad
Permitir que la organización se adapte rápidamente, redirigiendo recursos hacia áreas con mayor potencial de impacto.
Este proceso de selección y descarte optimiza la inversión de recursos y libera capacidad para explorar nuevas oportunidades con mayor claridad. Tal como señala Steve Blank: “falla rápido y barato”, es decir, hay que aprender a fallar de forma inteligente.
Estrategia en la Era de la Incertidumbre
El contexto actual demanda líderes capaces de tomar decisiones en condiciones de incertidumbre. La gestión del riesgo se vuelve central al evaluar la factibilidad de una estrategia, y la capacidad de anticipar cambios en el mercado se convierte en una competencia diferenciadora.
Algunos pasos prácticos para desarrollar esta habilidad incluyen:
- Analizar el funcionamiento del modelo de negocio
Utiliza métricas clave para evaluar la salud de la operación actual. - Observar el entorno de forma constante
Emplea herramientas de inteligencia competitiva y análisis de tendencias para mantenerte al día con los cambios del mercado. - Proponer escenarios futuros
Trabaja con metodologías que te permitan construir diferentes escenarios y, a partir de ellos, definir planes de acción flexibles. - Experimentar con lo nuevo
Todo lo que se aleje del core business actual requerirá experimentación para descubrir oportunidades y validar su potencial. - Fomentar una cultura de aprendizaje
Valora el aprendizaje derivado del error, convirtiendo el “fracaso” en una fuente de información y no en un estigma.
Este enfoque no solo favorece la toma de decisiones más acertadas, sino que también promueve un ambiente donde la innovación puede florecer sin las ataduras de estrategias que han dejado de funcionar.
Reflexiones Finales: Hacia una Estrategia Esencial
En conclusión, la clave del éxito en un entorno de alta incertidumbre reside en enfocar los esfuerzos en lo esencial y tener la determinación de descartar lo que ya no contribuye a los objetivos estratégicos.
Para CEO y líderes de innovación, el desafío es doble:
- Ser visionarios
Identificar y aprovechar las oportunidades emergentes sin perder de vista la misión y los valores de la organización. - Ser eficaces
Evaluar continuamente el impacto de las estrategias y estar dispuestos a pivotar o abandonar aquellas que no sumen valor.
Adoptar esta mentalidad mejora la competitividad y crea un entorno donde la innovación se gestiona de forma efectiva, convirtiendo la incertidumbre en un aliado en la búsqueda de nuevos horizontes. Al final del día, explotación y exploración son las dos funciones, aparentemente contradictorias, que se convierten en parte del día a día de quien dirige una organización.
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab
